La tecnología del cigarrillo electrónico

Escrito por Jesus Dugarte en

En muchas ocasiones solemos usar objetos que consideramos comunes en nuestras vidas por la función que nos ofrecen de forma constante pero muy pocas veces tenemos el tiempo para buscar el entorno teórico de estos el cual puede abarcar sus características generales, funciones, tecnológica, datos en general, inclusive curiosidades pero en el caso de esta nota concentraremos toda esta información en torno a un producto que desde hace años llegó para quedarse, les hablamos de los cigarrillos electrónicos.

Lo primero es decir que alrededor del año 1968 en pleno apogeo desde hace ya bastantes décadas del tabaco tradicional pero aun en aquel entonces ya rondaba por la mente de varias personas el buscar un sustituto a esta práctica tan toxica pero por las limitaciones de la época no se podía concebir un producto como el de hoy en día hasta que llego aproximadamente el año dos mil tres y se construyó la versión más cercana a lo que hoy conocemos como cigarrillo electrónico.

La metodología de uso de estos es muy sencilla ya que luego que se compra el aparato solo basta con tener un pequeño envase de recarga el cual se tiene que añadir en pequeñas dosis periódicas al cigarrillo electrónico en sí y dependiendo de tu consumo este puede tener un uso muy prolongado además de que en cuanto a números esto es menos nocivo para la salud y mucho más económico de mantener a lo largo del tiempo.

En cuanto a la penetración de mercado que tienen estos productos la empresa de Vitalcigar ha hablado con nosotros y nos ha comentado que este negocio siempre suele tener un punto de rentabilidad debido a que cada vez son más las personas que prefieren dejar de lago el cigarrillo común para el consumo a través de uno electrónico, además esto se ha ido acrecentando por reuniones de “vapeadores” como se hacen llamar los adeptos a los C.E, por último el marketing de boca en boca además de la calidad que ofrece esta alternativa hará que este sea un negocio que sin duda alguna llego para quedarse.